Con el paso de los años es posible que tu suelo de madera o tu tarima, ya no se vea bonito ni atractivo. Puede que el barniz se desgaste o que hasta en algunos sitios empiecen a aparecer esas antiestéticas burbujas, que presentarán una imagen de suelo cuarteado poco atractivo. También es probable que los zapatos de tacón o el peso de los muebles, dejen hendiduras en las piezas de tu tarima de madera. Incluso es posible que haya manchas de grasa que no hayan salido y se han incrustado con el paso del tiempo, incluso arañazos de mayor o menor calado fruto de las actividades diarias.

Es el momento de tomar una decisión respecto a la tarima, y en en caso de las de madera, hay dos opciones: reformarlo y repararlo o cambiarlo por otro totalmente nuevo. El primer paso, antes de valorar las ventajas de cada opción, es estudiar el estado de la madera para saber si es posible realizar una reforma. Estos detalles son importantes:

  • Que no haya carcoma. Los suelos modernos de madera, están bien tratados contra la polilla y la carcoma, pero esto no sucedía con los antiguos que, con frecuencia, se ven afectados.
  • Que no haya daños importantes por humedad. Si la humedad ha dañado el suelo en una parte importante, la reparación queda descartada. Otra cosa es que haya pequeños daños, en este caso se podrá intentar reformar el espacio de las humedades.
  • Que no haya sido reparado más veces. Cuando  la tarima se ha reparado y pulido en varias ocasiones, lo normal es que se desgaste la capa superior de la madera, en la zona que se encuentran más arañazos y daños. Si esto se hace varias veces, la madera pasará a  ser un formato más fino y frágil que no valdrá para reparar nuevamente.

Las ventajas de una reforma en el suelo

La reforma consiste en la reparación total del suelo de madera restaurándolo para que quede como nuevo. El proceso implica quitar las maderas que están totalmente dañadas para sustituirlas por otras nuevas, pulir totalmente la superficie y volver a barnizar para que el aspecto del suelo sea el del primer día. Estas son las ventajas de reformar o restaurar un suelo de madera:

  • Se pueden conservar maderas de gran calidad. En ocasiones nos encontramos con viviendas antiguas con suelos de madera de una gran calidad que, si se quieren instalar hoy en día, costarían una verdadera fortuna. Aprovechar estos materiales y conservarlos es un acierto porque además pueden responder durante muchos años más.
  • Se conserva la personalidad de la casa. Otra ventaja en viviendas que ya tienen una historia y que tienen un carácter y una personalidad que viene, en gran parte, de los materiales originales con los que se construyó. Al restaurar y reformar en lugar de cambiar se consigue mantener esa esencia especial.
  • Se ahorra dinero. Restaurar un suelo que solo necesita pequeñas reparaciones supone un gran ahorro de dinero ante la opción de colocar una tarima nueva de una calidad similar. Además, una buena reforma puede durar muchos años, por lo que la inversión se va a amortizar.

La reforma o reparación del suelo es una gran opción cuando se tiene un suelo de gran calidad o se quiere ahorrar dinero manteniendo el mejor aspecto para la vivienda. Siempre hay que encomendarla a profesionales que sepan qué soluciones son las mejores para cada tipo de madera.

Las ventajas de cambiar la tarima

El cambio de tarima consiste en retirar toda la madera vieja y colocar una nueva, Si el cambio es tan grande cuando empiezas partiendo de cero, lasventajas son innumerables:

  • La madera que se coloca es nueva, por tanto, va a durar mucho tiempo sin dar problemas. La garantía será por muchos años, especialmente si se escoge un producto de alta calidad.
  • Se puede dar un cambio radical a la habitación o a la casa al colocar una madera distinta en un tono o con unos matices muy diferentes a los que ya se tenían.
  • Se puede aprovechar para hacer otro tipo de reparaciones, por ejemplo, para cambiar tuberías que vayan por debajo del suelo y que ya estén viejas o para nivelar suelos que hayan podido ceder ligeramente con los años.

Un buen momento para cambiar la tarima es cuando los niños ya han crecido. La vieja madera que ha soportado r toda su infancia, puede ser ahora sustituida por otra nueva que, con alta probabilidad, va a ser mucho más cuidada al no haber niños pequeños en el hogar.

También es una buena ocasión para cambiar la tarima cuando se realiza una reforma integral de la vivienda, ya que de esta manera el aspecto de la casa será totalmente nuevo.