Uno de los retos más grandes a los que nos podemos enfrentar a la hora de decorar y amueblar nuestro hogar es la elección de diseño de interiores con un estilo de casa ideal.
Esta decisión no solo comprende la estética que más vaya con nuestra personalidad, sino que también está relacionada con las funcionalidades que necesitaremos para un día a día cómodo en función de nuestro estilo de vida en particular.
#1 Define qué estilo de casa te gusta
Las tendencias en diseño de interiores son variadas y acotar qué elementos encajan mejor con nuestra personalidad puede resultar abrumador.
¿Cómo podemos hacer este proceso más sencillo? La inspiración es la clave. Busca en revistas de decoración, sitios web de interiorismo y redes sociales y guarda aquellas imágenes que capten tu atención.
Una vez tengas una selección, analiza qué elementos o estilos comunes encuentras para definir mejor cuál es el estilo de casa que quieres. ¿Te has quedado con espacios despejados y simples, en tonos neutros y con pocos elementos decorativos? El minimalismo es lo tuyo. ¿Prefieres un estilo en el que destaquen los materiales crudos como la madera, el metal o el ladrillo? Puede que te encaje mejor un diseño más industrial.
Ten en cuenta que, aunque visualmente te atraiga más un tipo de diseño de interiores concreto, este debe encajar en tu estilo de vida, así que reflexiona sobre cómo encaja el tipo de mobiliario con las características de tu hogar y las personas que lo habitan y tus hobbies o intereses, ya que el éxito de tu proyecto dependerá de este equilibrio.
#2 Toma decisiones pensadas para espacios concretos
Un error común a la hora de elegir el estilo para una casa es la falta de planificación teniendo en cuenta el espacio concreto.
¿Qué significa esto? Que aunque te guste un estilo concreto, debes tomar decisiones que vayan acorde al espacio del que dispones y a las características específicas de tu hogar. No es lo mismo decorar y amueblar una casa amplia con espacios abiertos que un piso pequeño.
A la hora de inspirarte, intenta priorizar los escenarios con características similares a las de tu hogar, con lo que sabrás que el resultado final será similar.
Además, ten en cuenta los detalles que pueda tener tu casa y que le aporten personalidad: fíjate en detalles arquitectónicos, como las molduras y los techos o el estilo del suelo, y trabaja para potenciar su valor estético.
#3 Dale importancia a la funcionalidad del espacio
Lograr un espacio funcional y práctico es esencial. Tu estilo de vida puede encajar mejor con una corriente estética u otra, dependiendo del uso que le vayas a dar a cada espacio, por eso el diseño de interiores también juega un papel fundamental, distribuir bien los espacio de tu hogar según tu estilo.
Escoge los materiales y el mobiliario teniendo en cuenta sus necesidades de mantenimiento y opta por productos de calidad. Con esto, lograrás disfrutar durante mucho tiempo de espacios prácticos y duraderos que, además de embellecer tu hogar, te aportarán una practicidad que marcará la diferencia en el día a día.
#4 Busca la coherencia estética en el estilo de tu casa
La opción más habitual es la de escoger un estilo de casa y aplicarlo a las distintas estancias de la casa para lograr un resultado coherente y cohesionado.
Para hacer un buen diseño de interiores, trabaja sobre una paleta de colores y una estética concreta en todo el hogar, buscando que los muebles, materiales y accesorios encajen a la perfección.
Sin embargo, también puedes optar por espacios diferenciados y estilos distintos en cada una de las habitaciones, para dotarlas de una identidad potente. Si esta es tu idea, intenta que los contrastes no resulten demasiado chocantes y que haya transiciones entre los espacios que creen esta coherencia.
#5 Experimenta y encuentra tu toque personal
Si quieres ir decorando poco a poco el espacio, puedes incorporar algunos elementos principales, como armarios o muebles que cobren un gran protagonismo y, con ellos como base, ir incorporando otros elementos para crear el espacio que más encaje contigo.
La decoración es un proceso creativo y muy personal, por lo que no existe una respuesta correcta más allá de la que te haga sentir feliz y cómodo en tu hogar.
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